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El Liverpool si aprendió de la noche de Roma

  • Foto del escritor: El Gallinero
    El Gallinero
  • 8 may 2019
  • 3 Min. de lectura
Crónica

No habrá representante de La Liga en la final del Wanda Metropolitano, ganó 4-0 el equipo red al Barcelona de Ernesto Valverde, que estuvo irreconocible durante todo el partido.


Una vez más el FC Barcelona se queda sin su ansiado Triplete, cuando todo le encaminaba hacia él, una vez más a causa de una de esas noches mágicas de Champions, y es que , ya repitió Ernesto Valverde a lo largo de esta temporada que habían aprendido de la noche trágica de Roma, sin embargo parece que no ha sido así.


Analizando el partido, uno se da cuenta que este, es la repetición de la ida en el Camp Nou, donde el Liverpool tuvo unas cuantas ocasiones pero no consiguió concretar, esta vez si lo hizo, concretamente a los 7 minutos, cuando Jordi Alba en un intento de ceder el balón a sus centrales le regaló el balón a Mané, este se la paso´a Henderson que se topó con Ter Stegen, sin embargo Origi se encontró con el rechace y puso el 1-0.


El Liverpool era bastante superior, quitándole la posesión al Barça, que tuvo en las botas de Messi y Suárez el gol que hubiera parado la ambición red, no contaban con la impresionante actuación del guardameta Alisson Becker que mantuvo vivo el sueño Red.


Con el 1-0 se llegó al descanso, tras el cual el equipo de Klopp no dejó de insistir, aprovechándose también de un cambio clave, aunque por lesión, de Robertson, que se marchó lesionado por Wijnaldum, sería este último el que pondría el 2-0 tras un centro de Alexander-arnold y un error de Ter Stegen, que no estuvo muy fino, con el Liverpool a un gol de igualar la eliminatoria ya se veía a un Barcelona totalmente derrotado, y terminó de demostrarlo cuando solo dos minutos después puso el tercero, de cabeza, tras un centro cerrado de Shaqiri , éxtasis en el templo red, un templo red que no dejó de empujar a su equipo durante los 90 minutos de partido y que se podría decir que marcó el primer gol.


Entró Semedo por Coutinho, pasando Sergi Roberto al centro del campo y minutos después Arturo Vidal (el mejor jugador del Barcelona en el partido) dejaba su lugar en el campo a Arthur Melo, cambios que consiguieron levantar mínimamente al equipo azulgrana o por lo menos darle un poco más de posesión.


De poco sirvió, en el minuto 79´ llegó, la que es la mejor representación del Barça en esta competición en los últimos años, Alexander-arnold sacó rápido un córner y Origi, completamente solo en la frontal del área pequeña remató a placer, 4-0 y el espíritu del equipo de Valverde se esfumó, tuvo a partir de ahí la posesión, ante un Liverpool encerrado, sin embargo, no tuvo una última ocasión siquiera.

Desde la visión de un culé, duele esta eliminatoria, uno mira hacia atrás y ve un global de 2-3 ante el Atletico de Madrid en cuartos (tras un 2-1 en el Camp Nou), un 3-0 de la Juventus en cuartos, el 4-4 de la Roma que remontó (3-0) un 4-1 en la ida en el Camp Nou, de esta última se decía que el equipo había aprendido, no fue así, más grave la de esta noche si cabe, una ronda superior, pero una goleada mayor, que un equipo como el Barcelona, colocado siempre como uno de los favoritos a priori no puede conceder.


Se dice que Valverde ha cambiado el estilo a uno más defensivo, puede que esa sea una de las causas, pero lo que parece más evidente es que el Barcelona necesita un cambio, tanto en la plantilla como en la cúpula del club.


Terminando esta crónica queda destacar las claves del partido, la primera sin duda la hinchada de Anfield, el ímpetu de los jugadores del Liverpool que ganaban cada balón dividido en contraste con la desgana de los jugadores que hoy vestían de amarillo fluorescente, y por último la dependencia del Barça en Messi y Ter Stegen, ninguno de los dos apareció y el equipo se hundió, se echó en falta también alguien que mantuviera la bola en el centro del campo, la entrada de Arthur fue buena, pero muy tardía como todas las decisiones que toma Ernesto Valverde.


Álvaro López Arroyo

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