- El Gallinero
- 6 mar 2020
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ESPECIAL EUROCOPA

En el segundo texto de este serial sobre la historia de la Eurocopa, revivimos el primer triunfo español en la competción, el cual pudo llegar a no producirse por una situación idéntica a la vivida años antes.
CONTEXTO:
Tras el éxito de la primera edición, 29 naciones (aunque Grecia renunció a jugar tras conocer que se enfrentaría a Abania, país con el que había tenido previamente una fuerte guerra) se inscribieron en la fase previa de la Eurocopa de 1964, para la cual se fijaría sede tras saber que cuatro equipos disputarían la fase final. Nuestra selección, sediento de triunfo tras verse alejado de él por el “cagazo” de Franco ante los soviéticos, eliminó sin problemas a Rumanía en la primera fase (6-0 en el Bernabéu y 3-1 en el trámite de Bucarest). En la siguiente fase, la selección de José Villalonga sufrió ante Irlanda del Norte, con la que empató 1-1 en San Mamés pero doblegó en Belfast 0-1 gracias a un gol de Gento en la segunda mitad y las múltiples paradas de José Casas, Pepín. El último escollo antes de llegar a la fase final fue la otra Irlanda, a la que derrotó en ambos partidos sin demasiadas complicaciones (5-1 en el Sánchez Pizjuán y 0-2 en Dublín). Las otras selecciones que llegaron a las semifinales fueron Hungría, Dinamarca y una vieja conocida del torneo anterior, la URSS.

LA HISTORIA:
El 5 de mayo de 1964 se conoció que España (concretamente el Santiago Bernabéu y el Camp Nou) sería el escenario de las semifinales y la gran final. Los nuestros disputarían su partido ante Hungría (la cual eliminó a los nuestros meses antes en el camino a los JJOO de Tokio) en Madrid, a la que derrotaron por 2-1 gracias a un gol de Amancio en el minuto 112 de la prórroga. Horas más tarde, se conoció que el rival en la final sería la URSS, que derrotó 0-3 a los daneses. La “revancha” por lo sucedido cuatros años antes.
El partido, programado para cuatro días después de la final, pudo correr el mismo final que la eliminatoria de 1960, pues en una previa en la que la tensión se palpaba en el ambiente, Franco y sus secuaces temían que los comunistas conquistaran la copa en su casa. Por suerte, José Solís, ministro de exteriores, consiguió convencer al régimen para que el España-URSS de la final de la Eurocopa 1964 se disputase.
En un Santiago Bernabéu a reventar y con Franco presidiendo el palco, ambas selecciones saltaron al campo para disputar un partido en el que rápidamente se adelantaron los locales gracias a un gol de Chus Pereda. Jusaínov, un par de minutos después, devolvió la igualada al marcador. Todo parecía abocado a la prórroga, Pereda colgó un gran centro que Marcelino, con un cabezazo de mucha clase, envió el balón a las redes de la portería de Lev Yashin. Nuestra selección, tras ver cómo le “arrebataban” fuera del césped la posibilidad de levantar el trofeo en 1960, se consagraba campeona de Europa por primera vez ante su gente.

Jaime Chávez Salguero